Última modificación: 2018-03-27
Resumen
El hombre por naturaleza tiende a organizar y administrar todos sus negocios, a través de un proceso de planeación, control y organización de sus actividades. Administrar es coordinar recursos humanos, materiales y tecnológicos, tiempo y espacio para lograr ciertos objetivos del sistema. Es la guía, conducción y control de esfuerzos de un grupo organizado para lograr sus metas. El estudio de la administración nace con la Revolución Industrial por el crecimiento de las empresas en tamaño y complejidad de sus actividades y tecnologías, y por sus modernizaciones:
Especialización: con el avance de la tecnología se necesitan más especialistas, mayor división de trabajo y de esfuerzos, y subdivisión de tareas.
Coordinación: hay que coordinar esa especialización y los esfuerzos utilizados en ella. Coordinar las habilidades es fundamental en la empresa moderna.
Dinámica: el hombre es el recurso básico para la administración, y por ende percibe los efectos del ambiente cambiante que lo rodea. Su personalidad y la forma de cómo percibe los cambios condicionan a la administración, la cual deberá estar preparada para responder a esos cambios (adaptación) sociales o tecnológicos, que modificaran los procedimientos administrativos.
Complejidad: el aumento de las actividades humanas hace que las organizaciones se hagan más complejas, debido a los avances tecnológicos, científicos, económicos, sociales, etc. Todos estos avances se combinan dentro de la organización, y hacen que las personas se capaciten más y mejor, y sea casi imposible de manejarlos.