Resumen.

Al igual que Dios dio una advertencia en los años antiguos para su pueblo que se vuelva de sus malos caminos, Dios de la misma manera también quiere que nuestras iglesias sean transformadas a través de un reavivamiento, jeremías fue un maestro en el arte de utilizar figuras de expresión para hacer entender al pueblo, por ejemplo, en el capítulo 13, utiliza un cinto, en obediencia al mandato divino, también en una ocasión se puso un yugo en el cuello para decir al pueblo de Judá que debían someterse a la inevitable dominación babilónica pagana (27.1–12), Jeremías oraba y esperaba por misericordia de Dios para Judá, pero también confiaba en que Dios era bueno, justo y recto, igual nosotros también debemos obedecer a Dios, aun cuando sea difícil, reconocer la voluntad de Dios es más importante que nuestros propios deseos, y confiar en que Dios, en su infinita sabiduría y perfecto plan, procurará lo mejor para sus hijos.

Finalmente Jeremías hablaba al pueblo de un nuevo pacto, era necesario de un nuevo pacto entre Dios y su pueblo, se necesitaba un pacto de gracia y perdón, él estaba viendo una separación en la vida del pueblo y que ellos estaban apartados de Dios.