En el siglo XXI, la obesidad es unos principales problemas de salud. La mala alimentación y poca el sedentarismo, son algunos factores que la causan. Investigaciones recientes asocian la cantidad de horas de sueño con la prevalencia a contraer esta enfermedad.

Al dormir, existen mecanismos hormonales que regulan el hambre y el sueño. Cuando las horas de sueño se ven afectadas y no se cumple con la cantidad de horas recomendadas, estos mecanismos se van a alterar, creando anomalías, es decir excesos y deficiencias hormonales que van a desencadenar en patologías.

Fisiológicamente, las pocas horas de sueño alteran el mecanismo de secreción de la melatonina, por ende, hormonas como la leptina, ghrelina, insulina y la hormona de crecimiento se ven trastornadas de manera notoria, es decir, que esta complicación va a presentar cambios fisiológicos funcionales y, además, cambios físicos como lo presenta la obesidad somatotipicamente.

El objetivo de esta revisión es explicar fisiológicamente la relación entre el aumento excesivo de masa adiposa y las pocas horas de sueño.

En conclusión, se logró explicar la relación fisiológica de ciertos factores del sueño que afectan a la evolución de la obesidad.